Mucho se ha hablado del trabajo en equipo y muy pocas veces se materializa. He sido facilitador de equipos de trabajo durante mucho tiempo y tengo claro que es muy complejo. No deja de ser una etiqueta de moda que muchos se quieren aplicar pero que raramente se concreta.
El equipo se suele construir en torno a un líder. Ese
líder puede ser autoritario o puede ser democrático o incluso de estilo “laissez
faire” pero eso no significa en absoluto que promueva el trabajo en equipo.
Algunas ideas:
1ª regla. Un propósito común. Para que exista un equipo,
y no un conjunto de personas trabajando juntas con objetivos individuales, es
prioritario que haya un propósito común. Y no sólo un propósito común, sino que
los objetivos individuales estén supeditados a la consecución de este propósito
común. Esto se convierte en ciencia ficción para la mayoría de los equipos
donde el líder impone su visión y sus objetivos, y el que esté alineado con
esos objetivos está dentro y el que no esté alineado está fuera. Muchos líderes
me han contratado para que hiciera trabajo en equipo con sus colaboradores,
pero lo que ellos querían era que sus colaboradores se alinearan con sus
objetivos, así se veían como algo segregado del equipo, mirando a los
colaboradores desde un púlpito.
2ª regla. Transparencia. Los aportes de los miembros del
equipo han de ser reconocidos y premiados de forma individual. Lo que
habitualmente ocurre es que el líder del equipo, de nuevo, asume en muchos
casos los logros y los avances de los miembros del equipo como propios,
desmotivando a sus miembros y quitándoles poder, influencia y creatividad.
3ª regla. Relaciones horizontales. Los miembros del
equipo tienen relaciones individuales entre ellos, que no tienen que estar mediatizadas
ni supervisadas por el líder del equipo.
4ª regla. La información fluye y no se queda en el líder.
Los miembros del equipo han de conocer las razones y los detalles de los temas
que hacen que el líder tome una decisión y no otra.
5ª regla. El posicionamiento del equipo ha de ser
constante. Habitualmente, la cabeza visible del equipo es el líder, y los
miembros del equipo son sus colaboradores. Así cualquier miembro del equipo debería
tener el mismo posicionamiento en el área en el que se mueve, como también es
importante que haya un liderazgo rotatorio, así la persona más capaz para cada
tema o proceso asume el liderazgo y con ese liderazgo, el posicionamiento
correspondiente.
Y bueno, después de muchos años trabajando en esto he de
decir que el trabajo en equipo, tal y como lo he resumido, se da en muy pocas
ocasiones. Yo me he llevado muchas frustraciones y malos rollos a lo largo de
mi vida profesional cada vez que he tenido que trabajar en equipo porque mi expectativa
de cómo tenía que comportarse el líder chocaba frontalmente con la realidad. He
aprendido que las personas son como son y que es muy complicado que un líder
renuncie a sus objetivos individuales o que luche por algo que no sea lo suyo,
o incluso que renuncie a competir por recursos escasos con los miembros del
equipo, en pro de un propósito común.
Hasta aquí llego.
Antonio Diaz-Deus
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